La Enseñanza Artística Profesional cubana, una de las grandes obras de la Revolución, vive momentos de cambios. En la búsqueda de nuevos derroteros de perfeccionamiento, se renueva mediante programas de desarrollo iniciados con este curso escolar.
Convocados a elevar la calidad y el rigor en la enseñanza artística, así como a ajustar matrículas a las necesidades territoriales y elevar el nivel de los claustros docentes, estas transformaciones buscan la optimización de los recursos en correspondencia con el Lineamiento 164 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
Con una matrícula de nueve mil estudiantes -una cifra numéricamente pequeña, pero económicamente costosa- esta enseñanza, se concentra en la formación de los profesionales que constituirán la vanguardia artística de la nación. A ella se destinan cada año más de 90 millones de pesos en el presupuesto nacional.
Su desarrollo futuro precisa de una consolidación en los procesos de captación de estudiantes, la adecuación de estructuras y plantillas, así como el aumento de la participación en concursos y eventos internacionales.
En el espacio televisivo Mesa Redonda, Abel Acosta, viceministro de Cultura, aseguró que el país seguirá poniendo recursos humanos, financieros y materiales en función de la enseñanza artística, por lo que resulta necesario optimizar su uso y mejorar las infraestructuras.
No es ahorro, es calidad
Desde hace dos años, importantes pedagogos, artistas y profesores realizan estudios encaminados al logro de una educación artística de calidad y con mejores resultados. No se trata de un trabajo hecho a la carrera, sino que se ha ido concibiendo detalle a detalle, basado en las necesidades de estudiantes y profesores, así como las del país.
Rolando Ortega, director del Centro Nacional de Escuelas de Arte, señaló como principales deficiencias en el sistema educativo anterior, la falta de integración entre los programas de estudio artístico-pedagógico, deficiencias en cuanto al equipamiento y el acceso a materiales bibliográficos, la pérdida del referente internacional y las abultadas matrículas que no se correspondía con las necesidades de los territorios.
Sobre el claustro de profesores y los programas de estudio, explicó que el nivel medio principalmente, no contaba con la cantidad de horas requeridas en las asignaturas básicas con vistas al ingreso en la universidad.
En la búsqueda de un balance entre la formación general y artística del estudiante, desde septiembre se imparten 140 horas más de la asignatura de Matemática y 40 de Español e Historia de Cuba, garantizando la presencia en clases de todos los contenidos básicos que se examinan en las pruebas de ingreso al nivel superior.
El reciente recorrido por todas las escuelas de arte del país corroboró el exceso de personal administrativo y no docente, por lo que se hizo necesario reorganizar claustros, plantillas e instituciones.
“No es agrupar para ahorrar, sino fortalecer los mejores claustros en aras de una mejor formación”, expresó Ortega al referirse a la restructuración de la red de centros de formación artística por zonas geográficas como parte del proceso aprobado por el Consejo de Ministros en mayo de 2013.
Aunque se trata de una trasformación a largo plazo, con fecha de culminación en 2019, según refiere Ortega, los resultados en la implementación ya se pueden observar.
El número de centros docentes se redujo de 45 a 37, ya que algunas instituciones locales pasaron a regionales. Tal es el caso de la Academia de Artes Plásticas de Holguín “El Alba” que asume, desde el comienzo del presente curso escolar, la formación de jóvenes de las provincias de Las Tunas, Granma y Guantánamo . Mientras tanto, Granma acoge la formación de las artes escénicas del oriente del país y Guantánamo a los jóvenes que se formarán para la danza.
“No se trata de aumentar o reducir económicamente sino diseñarlos en función de elevar la calidad y el rigor”, recalcó Celia Rosa Alonso, subdirectora del Centro Nacional de Escuelas de Arte.
A tres meses de puesta en marcha la nueva restructuración, los resultados se hacen visibles gracias al trabajo de conjunto realizado por el Ministerio de Cultura, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Ministerio de Economía y Planificación, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Finanzas y Precios, y las autoridades territoriales, apuntó.
Alonso, quien se mostró optimista al referirse al anteproyecto de presupuesto 2014 para todas estas instituciones, manifestó que gracias a esos estudios realizados y el empeño de muchos por perfeccionar la formación artística, hoy se trabaja con mucha más seriedad en la búsqueda de un nivel superior.
La intervención de la funcionaria concluyó con la buena noticia del rescate de la imagen Cuba en escenarios internacionales, gracias a la participación de alumnos y profesores de las escuelas de formación artística en venideros concursos y eventos foráneos.
“Yo quiero ser artista” vs posibilidades de serlo…
En un país donde los estudios de arte gozan de un altísimo prestigio, las demandas de la familia para realizar estudios superiores en estas especialidades es muy superior a las posibilidades reales de hacerlo, indicó Diosvany Ortega, vicerrector docente de la Universidad de las Artes.
“Las solicitudes de ingreso suelen ser diez veces superiores a la cantidad de plazas que se ponen en convocatoria cada año”, apuntó.
El vicerrector, calificó como un elemento diferenciador, el papel de las pruebas de requisitos en la definición del ingreso al centro. “El joven que aspira a realizar estudios de artes en curso diurno deberá aprobar los exámenes de ingreso a la educación superior pero serán las pruebas de requisitos las que realmente definan”.
Asimismo, destacó el hecho de que dentro de la restructuración del sistema de estudios artísticos la Universidad de la Artes haya sido aprobada como una unidad presupuestada.
Mitificada como una universidad elitista o a la que asisten solo hijos de artistas, el directivo informó que hoy el centro cuenta con egresados de más de 130 municipios del país y que en primer año sólo el once por ciento de la matricula es capitalino, al tiempo en que la cifra de alumnos hijos de artistas no rebasa el dos por ciento, entre una matrícula de 1441 estudiantes, de los cuales 287 cursan sus carreras en las filiales de Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba.
El espacio de la Mesa Redonda fue propicio para anunciar el lanzamiento de la convocatoria de ingreso a la Universidad de las Artes que comenzará el 14 de noviembre y se extendrá a todo el país.
Ortega realizó un llamado a la confianza de los jóvenes que tienen talento en el sistema de captación, “todos tendrán igualdad de condición, este no es un proceso exclusivo”, concluyó.
Por su parte, el viceministro de cultura refirió que aunque se trata de un proceso de capacitación que persigue ser más amplio, el ingreso a estas instituciones no puede producirse en forma masiva: “No se trata de subir o bajar matrículas, sino de ajustarlas de acuerdo a la demanda”.
“Estamos ante un proceso que pretende romper con prácticas y vicios”, manifestó al referirse a los repasos de preparación que reciben los muchachos para ingresar al nivel elemental y que solo ayudan a gestar la industria del timo.
Para los amantes del mundo de la magia, un anuncio tuvo lugar: la apertura de una Unidad Docente de Magia en la provincia de las Tunas que en cuatro años deberá formar al menos ochenta estudiantes.
Con ajustes, optimización de locales y recursos, mejoras en el claustro y los programas de estudio, la actual reestructuración permitirá elevar la calidad de la formación de los estudiantes de la enseñanza artística en correspondencia con las necesidades del país.
También propiciará beneficios adicionales, según informó el Viceministro Acosta, como la entrega de la actual Escuela Vocacional de Arte de Guantánamo para que sea la sede de la Universidad de esa provincia, lo que evitará una inversión millonaria en ese territorio oriental.
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