Hemos conocido con preocupación el comunicado de prensa emitido en la mañana del 8 de abril, en Washington, que afirmó que “Alan Gross, subcontratista de la USAID encarcelado en Cuba durante los últimos cuatro años y cuatro meses, inició una huelga de hambre la semana pasada”.
El gobierno cubano reitera su disposición a buscar, de conjunto con el gobierno norteamericano, una solución al caso del Sr. Gross, aceptable para ambas partes, que contemple las preocupaciones humanitarias de Cuba relacionadas con el caso de los tres cubanos del grupo de los Cinco, que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años.
Como es conocido, el Sr. Gross ha recibido un tratamiento digno y decoroso. Desde su detención, se encuentra recluido en un hospital, no porque su situación de salud lo requiera, sino porque allí se le garantiza atención especializada por parte de personal médico y de salud altamente calificado.
Alan Gross está en buenas condiciones físicas y su salud es normal y estable. Están bajo control los padecimientos crónicos propios de su edad, para los cuales recibe tratamiento médico. Ha sido visitado por su esposa y su abogado, con los que mantiene además comunicaciones telefónicas y electrónicas sistemáticas, así como con otros familiares y amistades. Recibe accesos consulares mensuales de funcionarios diplomáticos norteamericanos y visitas de personalidades políticas y religiosas.
El Sr. Gross fue detenido, procesado y sancionado por violar las leyes cubanas, al implementar un programa subversivo financiado por el Gobierno de Estados Unidos, mediante el establecimiento de sistemas de comunicaciones ilegales y encubiertos, con el uso de tecnología no comercial.
8 de abril de 2014
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