Por el Centro Pablo, por la canción y la unidad latinoamericana
Emocionados, orgullosos, plenos, estremecidos, vibrantes y “un tilín mejores…”, así abandonamos el abarrotado Auditorio del Pasaje Dardo Rocha, en la ciudad de La Plata, aquellos que tuvimos la suerte de compartir durante unas cuatro horas con grandes músicos argentinos y cubanos, el magno concierto Juntos por el Centro Pablo. Era la noche del miércoles 20 de agosto en la urbe porteña de la provincia de Buenos Aires y al salir, sabíamos que, de algún modo, habíamos sido cómplices de un sueño cumplido: el impresionante acto de amor por y hacia Cuba, sus artistas, su gente y hacia ese lugarcito mágico de la calle Muralla, en La Habana Vieja, donde los imposibles se transforman, se vuelven guitarra y canción: el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau.
Con la presencia de sus gestores y promotores incansables: el poeta y cineasta Víctor Casaus y la coordinadora María Santucho, y bajo la convocatoria lanzada por las integrantes del proyecto musical platense Fulanas Trío, que fue respaldada de manera abrumadora por los invitados, pasaron por el escenario grandes voces de la cultura suramericana y cubana −quienes también formaron parte del proyecto de conciertos A guitarra Limpia, desarrollado por el Centro en la Isla.
Muestras de amor y gratitud regalaron desde el escenario la pareja de músicos integrados por Julia Zenko y Luis Gurevich, los dúos La Trova de Mar del Plata y Karma, de Cuba, la cantora Liliana Herrero, las propias anfitrionas Fulanas Trío y en el cierre multitudinario, a ritmo y baile de chacarera, el cantautor Raly Barrionuevo, quien invitó además, en un acompañamiento magistral del tres, a la talentosa músico cubana Yusa.
Una conmocionada Liliana Herrero, al concluir su grandioso canto que recorrió desdeYupanqui a Spinetta, confirmaba la certeza de unirnos por Cuba, porque Cuba es Cuba, afirmó, porque todo lo que somos también se lo debemos a ese país, todos nos debemos al Centro Pablo, a esa Isla maravillosa y a su Revolución.
Para consolidar ese puente hermano entre Cuba y Argentina y motivados por la labor del Centro Pablo, el encuentro devino realización colectiva de artistas y técnicos, quienes con la colaboración de muchos otros que se fueron sumando, pusieron generosamente su arte para ayudar a la misión imprescindible de este centro cultural.
Una secuencia de imágenes del fotógrafo Kaloian Santos Cabrera que rememoraba momentos en los cuales estos artistas argentinos trovaron en el Patio de la Yagrumas, en el corazón del centro histórico habanero, sirvieron de escenografía al canto comprometido y rebelde, al verso inconforme y voraz, a la manera de gritar nuestras verdades y alzar las voces juntos por un bien común.
“Hubo un antes y un después para mi vida, artística y personal, después de los conciertos que organizara el Centro Pablo en Cuba…”, confesó el folclorista santiagueño RalyBarrionuevo, quien agradeció también la convocatoria que catalogó de incondicional y necesaria.
Ante un participativo y emocionado público, Liliana Herrero invitó a Víctor Casaus, director del Centro Cultural cubano, a subir a escenario y a nombre de ese “pequeño ejército loco” -como decía Sandino-, que habita y labora desde Cuba en la institución, agradeció en sentidas palabras a los organizadores, artistas y participantes del evento y reiteró el compromiso mayor del Centro Pablo para y por la Cultura y la unidad latinoamericana.
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