jueves, 28 de agosto de 2014

¿Puede EEUU enfrentar situaciones como las de Ferguson?

Foto: Getty Images.
Policía en Ferguson con armas de combate. Foto: Getty Images.
Por José Ramón Rodríguez Ruiz
“Even though we face the difficulties of today and tomorrow, I still have a dream”. Reverendo Martin Luther King, en la “Marcha a Washington” (28 de agosto de 1963)
Washington, 1963. “I have a dream” (“…aún tengo un sueño”), esa frase se escuchó en tono de reconciliación, paz. Era Martin Luther King. El 4 de abril de 1968 lo asesinan. El 9 de agosto de 2014, 46 años después, un joven negro de 18 años, Michael Brown (de Ferguson, Missouri), muere a manos de un policía local.

Estados Unidos no es la tierra prometida o el paladín de la democracia. Las minorías históricamente discriminadas y olvidadas aún tienen que conquistar sus derechos. Se enfrentan, una vez más, a la pesadilla del sueño incumplido.
En Ferguson, los ciudadanos reclaman sus derechos civiles bajo la represión brutal de la Guardia Nacional del Estado y la Policía.
¿Hay planes del Gobierno de EEUU para enfrentar esas situaciones?
Para enfrentar esos escenarios, la Publicación Técnica del Ejército estadounidense ATP 3-99.33 “Disturbios Civiles” prevé varios procedimientos, pero el gobierno de Estados Unidos prefirió el empleo de la fuerza militar. Las “injusticias sociales” y “las diferencias étnicas” son reconocidas en la ATP 3-99.33, como “causas que pueden generar desórdenes públicos o inestabilidad” y que son “nocivas para el poder estatal, aun a nivel local” pues de hecho “debilitan la gobernabilidad”.
La ATP 3-99.33 es solo uno de los varios documentos doctrinales que poseen las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para “enfrentar disturbios sociales; apoyar agencias de mantenimiento de la ley y lidiar con manifestaciones de descontento social o revueltas, dentro o fuera del país”. El análisis de esos documentos permite afirmar, que el imperio posee, probablemente, el sistema represivo más organizado y eficiente del mundo, concebido especialmente para evitar que, como establece el propio texto, “protestas locales no violentas por problemas específicos puedan desembocar en disturbios generalizados en gran escala”.
Los disturbios y las revueltas sociales se encuentran previstas en la doctrina de la Guerra no Convencional de las Fuerzas Armadas yanquis, para ser “aprovechadas en interés de coaccionar, alterar o derrocar gobiernos” o “para tomar el poder sin necesidad de emplear directamente la fuerza militar convencional”.
Pero Estados Unidos se cuida especialmente de que en su patio no ocurran disturbios que afecten el estado de las cosas y tengan impacto en la vida política de la nación y esas preocupaciones no son recientes.
De acuerdo con un compendio de artículos —publicado en el sitio webwhatreallyhappened.com- titulado: “Estados Unidos se ha estado preparando para convertirse en una dictadura militar”, desde la década de los 60 las Fuerzas Armadas de ese país han entrenado a sus tropas y a la Policía para “suprimir a la oposición democrática” y “combatir disturbios civiles”.
Bajo el nombre de operación “Garden Plot”, el Pentágono puso en marcha ese año su “Plan para Disturbios Civiles 55-2”, el cual ha sido actualizado hasta la fecha en varias ocasiones. Las directivas establecidas en ese Plan abarcaban a todos los servicios armados. En correspondencia con sus lineamientos, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Marina y la Infantería de Marina, establecieron sus directrices para el “apoyo a operaciones de control de disturbios civiles”.
Según el sitio web Publicinteligence.net, “Garden Plot” ha sido activado en varias ocasiones ante sucesos en Estados Unidos, incluyendo los disturbios que siguieron al asesinato del Dr. Martin Luther King en 1968, los sucesos en Detroit en 1967 o en Los Ángeles en 1992.
El empleo de la Guardia Nacional, el Ejército, la Infantería de Marina y la Policía, fue un elemento común en todos estos sucesos, así como la estela de muertes, heridos, arrestos y represión. En todos los casos y de acuerdo con lo previsto en los planes para enfrentar disturbios civiles, la respuesta militar a los eventos fue abrumadora (ver artículo del diario “The New York Times” – Not Just Ferguson. National Guard has a long history with civil unrest. Agosto 19, 2014).
Luego de la creación del Comando Septentrional de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en 2002, cuya área de responsabilidad incluye el territorio nacional de ese país, el Plan “Garden Plot” fue reemplazado con el Plan de Contingencia CONPLAN 3502“Operaciones para Disturbios Civiles” cuyo contenido, a pesar de permanecer clasificado, no debe distar de lo previsto en su antecesor. La última ocasión conocida en que el Plan“Garden Plot” se activó, fue el 11 de septiembre de 2001, bajo el nombre de “Operación Noble Eagle”.
Ante estos escenarios, planes como el “Garden Plot” y seguramente sus sucesores, definen a los “manifestantes contra los impuestos; grupos militantes, cultos religiosos y disidentes antigubernamentales” como “elementos disruptivos; para su control, la doctrina prevé incluso el uso de la fuerza letal”.
El gobierno de Estados Unidos critica al de Venezuela porque emplea su Guardia Nacional para proteger a sus ciudadanos de la violencia real y del caos en que se les pretende sumir como parte de una estrategia de Guerra no Convencional “made in USA”.
Sin embargo, ese mismo gobierno ante los reclamos de justicia de su propio pueblo, no vacila en enfilar sus armas contra ellos, con procedimientos muy bien ensayados y planificados, previstos todos en el amplio arsenal de manuales y documentos que sobre el tema poseen las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Este tema no está agotado. Volveremos.
(Tomado de Cubadefensa.cu)

No hay comentarios:

Publicar un comentario